lunes, 18 de julio de 2011

Recorrer de memoria el guión

Se perdió. No físicamente, sino sólo su hilo de pensamientos. Miraba al vacío. El volumen de las masas se había comprimido de tal forma que se había deformada. Y ella, en cambio, ahí seguía, de cuclillas, rodeando sus piernas con los brazos.
Sin embargo, sin saber cómo, estaba de pie, con una piedra en la mano, y había sangre. Se encontraba mirando la piedra, aunque no hacía falta mucho esfuerzo para poder de dónde procedía la sangre. A dos metros de donde se encontraba ella, había, en el suelo, un cuerpo de perro. Cuerpo, obviamente. En sí, si hubiera un perro, es que estaba vivo; pero, al estar muerto, era, simplemente, un cuerpo de perro. ¿Cómo había llegado ahí? ¿Dónde se había metido la gente? ¿Cómo había llegado hasta... allí?

¡Riiiiiing!

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