jueves, 11 de agosto de 2011

Vicio #3: El sexo.

Esta vez el crimen era múltiple. Y mucho más sádico y morboso que los anteriores. La que podía ser pareja, se encontraban encima de la cama. Los vecinos de abajo habían llamado a la policía porque había goteras, lo que era bastante lógico. En el baño, estaban, ya fuera de la bañera por el derrame de tanta agua, los cuatro hijos. Tres niñas y un niño. Había tanta agua que se había llenado casi todo el piso. 50 centímetros de agua.
Por lo que al supuesto matrimonio, todavía en la cama, no le había llegado. Se encontraban en paralelo el uno al otro, ambos desnudos. El sexo del hombre parecía estar en la boca de la mujer, y sus brazos la rodeaban. Una vez se acercó, se dio cuenta de que en realidad no tenía el sexo en la boca de la mujer, porque no lo tenía. Se lo habían cortado. Y no había sangre. Otra vez. Sólo había sangre cuando el/los asesino/s así lo decidían.
Los hijos, en principio, parecían, simplemente, muertos por ahogamiento. Era una imagen muy cruel, dura. Críos que no llegaban seguramente a los 13 años, asesinados de tal modo, todos juntos. Y lo que es peor, sin síntomas de forcejeo. En ninguna de las 6 víctimas de la escena. Ni de ninguna de las anteriores. ¿A qué les llevaría a confiar en el asesino? ¿Qué les habrá hecho pasar para tener esa cara de miedo?
Entonces, entró el compañero con un vecino para reconocer a las víctimas.
-Ella es la dueña del piso, se llama Verónica. La niña pequeña de ella, Marta. Pero a los demás no lo reconozco. Espera, ¿el que está en la cama no es...? -hizo una pausa-, ¡Aaay!
-Tranquilícese, por favor. Ya nos contará quién es el hombre. Acompáñenos fuera a tomar el aire.
-No, no hace falta, en serio.
-Insisto.
Y salieron. Con calma, el agente sujetándolo con el brazo alrededor del hombro.
-Es que me sorprende. Es el antiguo conserje del colegio al que iban los niños. Lo despidieron hace menos de un mes por supuesto abuso a los niños.

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