viernes, 2 de septiembre de 2011

Encabezado a pie de página

¿Existirán sustantivos para lo que todavía no existe? Quiero decir, hay muchísimas cosas que no sabemos, por mucho que nos lo queramos negar. Por lo tanto, no existen. Unos motivos u otros son los que implican su falta de forma en nuestro lenguaje: no nos hemos dado cuenta de ello, no nos hemos parado a pensarlo, no tenemos los medios necesarios...
¿Y si dividiéramos esas cosas que no conocemos y las distinguiéramos según con lo que estén relacionadas? Es imposible. Primero, porque lo que todavía no hemos podido pensar, es que no podemos hacerlo; al menos, hasta que una conciencia colectiva lo permita.
Segundo, si consiguiéramos la primera premisa, nos volveríamos a encontrar con otro muro: hay conceptos que abarcan más de una franja simultáneamente, o ninguna (pero tampoco es un conjunto vacío). Por ello, es más improbable.
Tercero, porque nos llevaría tanto tiempo que nos olvidaríamos de lo que sabemos, y no sabríamos nada. Es el único razonamiento que nos quedaría, saber que no sabemos nada. Porque a pesar de que estamos continuamente buscando respuestas a nuestras preguntas, y preguntas a nuestras seguridades, siempre hay algo (muchas cosas), que no eres capaz de saber, razonar.
Y esa es la gracia del asunto. No podemos abarcarlo todo. Precisamos de esa memoria colectiva, pero hacerla individual, cual insector (nunca sé si decirlo en singular o plural), pero manteniendo la colectividad para mantenernos cuerdos. Porque si estuviéramos solos en el mundo, todo sería cierto. Y no tiene más jugo la vida que cuando aciertas sabiendo que puedes equivocarte en el intento.

No hay comentarios:

Publicar un comentario