martes, 8 de noviembre de 2011

Días contados. Noches libres.

Son días inconexos que no parecen tener sentido porque no es lógica esta sucesión. No es normal que, después de una tarde tonta delante del ordenador, uno se pase la mañana y gran parte de la tarde y noche loco de alegría y de un rollo guay, animado. No se busca lógica; hay un punto en el que deja de importar. Lo que busco es ser menos incoherente. Me lo suelo permitir, sólo tengo 21 años.
No hay nada que perder, mucho que ganar. ¿Fue antes el Carpe Diem o el Hakuna Matata?

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